Corte con Plasma
El corte con plasma eleva la temperatura del material a cortar de una forma muy localizada y por encima de los 30.000ºC, llevándolo hasta el cuarto estado de la materia, el plasma, estado en el que los electrones se disocian del átomo. Al provocar un arco eléctrico estrangulado a través de la sección de la boquilla de la torcha, sumamente pequeña, se concentra extraordinariamente la energía cinética del gas empleado, ionizándolo, y haciéndolo capaz de cortar.
Los gases plasmáticos que pueden usarse son aire comprimido, nitrógeno, oxigeno o argón/hidrogeno, para cortar materiales tales como el acero al carbono, aceros de alta aleación, inoxidables, aluminio, cobre, etc.
Por su alta velocidad el corte con plasma es considerado el método de corte más productivo, sin embargo presenta ciertos defectos inherentes al proceso, como por ejemplo la escuadría de corte.
La zona afectada por el calor es mayor que la producidad por el corte con láser pero inferior a la producida por oxicorte.